Capítulo 8: El reemplazo

12 abril, 2008

Pasaron apenas dos semanas antes de que saliera a la luz la primera resolución dictaminada por el Consejo Escolar de Hogwarts, siendo aprobada primero por Neville Longbottom, el vicedirector, y posteriormente por Minerva McGonagall, la directora suprema. Los miembros del Consejo se habían estructurado y movido con una rapidez y una eficacia dignas de ser admiradas, consiguiendo así un buen nivel de organización en muy poco tiempo. Y es que, además de tomar los puestos designados por el cuerpo directivo del colegio, los mismos integrantes del Consejo habían asignado otros cargos que tendrían validez dentro del mismo. Charlie, por ejemplo, había sido nombrado delegado e informador de los primeros cursos de la casa Gryffindor, generalización que comprendía desde el primer hasta el tercer año, tanto hombres como mujeres.

La primera resolución fue la de crear un espacio en el cual los alumnos puedan probar sus habilidades mágicas frente a sus pares, guiados y controlados por profesores. Lo habían denominado oficialmente Proyecto de Evaluación Práctica, aunque por los pasillos el nombre más utilizado era Club de Duelo. Y es que, efectivamente, era un evento en el cual se enfrentaría a los alumnos de Hogwarts, dispuestos por grupos.
― El funcionamiento es bastante simple -explicó Amy Binner, la representantes de las mujeres de Ravenclaw de quinto año, que además había sido electa para ser la presidente del Consejo-. Para formar un grupo no tendremos en consideración las casas a las cuales pertenecen los alumnos, ni tampoco el género o el año escolar que estén cursando, ya que uno de los objetivos de este proyecto es fomentar la integración entre los estudiantes de distintas edades, pues consideramos que es insuficiente. Por lo tanto, la selección se realizará mediante un simple sorteo, libre de todo método mágico, para evitar confusiones.
“ Cada uno escribirá su nombre en un trozo de pergamino y lo depositará en el contenedor que se encontrará aquí, en el Gran Salón, durante los siguientes días. Cuando llegue el momento de separar los grupos, nosotros tomaremos los pergaminos al azar y ubicaremos a cada alumno en el lugar correspondiente.
“ Cada grupo, o equipo, deberá tener un capitán. Su función es, como en los deportes, dialogar con los jueces u organizadores, siendo él -y sólo él- el único habilitado para hacerlo.
“ En cuanto a los duelos, se darán de la forma convencional. Los enfrentamientos serán sorteados al azar, aunque teniendo en cuenta las diferentes edades. La idea es que los distintos miembros de un equipo -cada equipo contará con diez alumnos- partan desde diferentes posiciones, para no tener que enfrentarse entre sí en una instancia muy temprana.
“ Como es natural, el equipo campeón tendrá un premio, aunque queremos que sea una sorpresa. Muchas gracias.
La proposición fue muy bien aceptada entre los alumnos, que ya esperaban algún aporte por parte del Consejo, y estallaron en aplausos. Es posible que el motivo de la propuesta fuera intentar tapar o al menos disminuir las especulaciones provocadas por el ya inevitable reemplazo del profesor Johanson. Se acercaba el final de septiembre, y ya hacía una semana y media que no se veía el torpe andar del profesor por los pasillos de Hogwarts.
― No puedo dar información por el momento -decía McGonagall al respecto, y Amy Binner, la presidenta del Consejo, solía repetir sus palabras, aunque muchos dudaban que ella tuviera información alguna.
De todas formas, las clases siguieron su curso normal. Las horas de Defensa Contra las Artes Oscuras solían ser cubiertas por algunas charlas, e incluso hubo ocasiones -aunque contadas- en que los alumnos recibieron una pequeña cuota de tiempo libre. En cuanto a las demás asignaturas, no hubo grandes cambios; la única irregularidad fue una breve ausencia del profesor Hagrid, por motivos más que personales.
A tres días del final del noveno mes se anunció públicamente, durante el desayuno, que la selección de grupos tendría lugar aquel mismo día. Los alumnos tenían tanta o más expectativas para este evento como para la ocasión en que se eligieron los miembros del Consejo Escolar, aunque el hecho de que el evento en cuestión sea un genuino club de duelo inspiraba una mayor ansiedad.

La ceremonia de sorteo, si es que puede llamársela ceremonia, fue bastante simple, aunque la ocasión no requería mayor esmero. En general, los grupos o equipos habían quedado bastante equiparados en cuanto a nivel y edad. David compartió grupo, casualmente, con Candelia -hermana de Silvia-, Egbert y otros alumnos de mayor edad, entre los cuales se encontraba Eugene Peasey, el capitán del equipo de Quidditch de Gryffindor, también electo capitán para su grupo del club de duelo. Como Amy había mencionado días antes, cada equipo contaba con diez miembros.
El vicepresidente del consejo, Paul Rathbone -un estudiante de quinto año de Gryffindor-, explicó que los duelos iniciarían en la semana entrante, para poder dar tiempo a los participantes de prepararse tanto mágica como mentalmente, pues había más de uno que comenzaba a demostrar nerviosismo. La idea de quedar en ridículo frente a todo el colegio no era precisamente la más consoladora, pero había que superar ese temor si se quería obtener un buen resultado.
El primer duelo que protagonizaría un miembro del equipo de David sería recién el miércoles de la próxima semana, y por suerte el duelista era un estudiante de sexto año, por lo que tenía mayor facilidad para manejar los nervios.
Una vez que todos los equipos estuvieron conformados, los alumnos se dispersaron, dispuestos a disfrutar su tiempo libre y conversar sobre la genial idea del Consejo.

Pero el cambio más radical, sin duda, tuvo lugar durante el viernes de aquella semana, el día primero de octubre. Era ya de conocimiento popular que el profesor Johanson había dado un paso al costado en la tarde del jueves, pero nadie imaginó que el reemplazante ya estuviese elegido.
― Me complace anunciar -dijo la directora durante el desayuno-, que ya contamos con un nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras: el profesor Adelbert Mauer.
Cientos de ojos examinaron con cuidado la mesa de profesores, sin encontrar ninguna cara nueva.
― Sin embargo, el profesor Mauer ha decidido no asistir al desayuno, pues dice que prefiere que el primer contacto con sus alumnos se produzca dentro del salón de clases.
Para la mayoría de los estudiantes, el anuncio significaba sólo un cambio de profesor. Sin embargo, para David y sus amigos, representaba algo más. El apellido del profesor era Mauer; ¿tendría acaso algún parentesco con Egbert? No necesitaron preguntárselo ya que, después del desayuno, lo vieron venir, dando saltos de emoción.
― ¡Es mi bisabuelo! ¡Es mi bisabuelo! -gritaba para que todos lo oyeran.
Una vez que estuvieron en un lugar más sereno, pudieron hablar sin la interferencia que provocaba el rejunte de voces existente en el Gran Salón.
― ¿Pero estás seguro de que es él? ¿No dijiste que era pintor? -preguntó Charlie por enésima vez.
― ¡Lo sé! -contestó Egbert, aún exaltado-. Yo tampoco lo creí cuando lo vi.
― ¿Lo viste? Pensé que no quería tener contacto con los alumnos -dijo Silvia.
― Conmigo hizo una excepción -replicó Egbert-. Después de todo, soy su biznieto.
― Tiene sentido -sentenció Frederic.
― Pero… es pintor… es decir, no digo que no sea hábil, pero, ¿cómo puede enseñarnos a protegernos alguien que se dedica a pintar cuadros? -preguntó Charlie, dejando los modales de lado.
― No tengo idea… supongo que habrá tenido que pasar una prueba o algo -argumentó Egbert, en un intento de defender a su bisabuelo-. En fin, es hora de irme. ¡Adiós!
Todos vieron cómo la rubia cabellera de Egbert resplandecía a la luz de aquel sol que iluminaba y calentaba por igual. La mayoría de ellos pensaba que sería genial tener un pariente de Egbert como maestro, pues éste les había caído muy bien, y era muy posible que tuvieran personalidades similares. Sin embargo fue Silvia quien rompió el hielo.
― ¿Preguntaste eso con una doble intención, Charlie?
― ¿Eso qué? -replicó este.
― Preguntaste cómo podría enseñarnos a defendernos alguien que se dedica a pintar cuadros.
― Bueno -empezó Charlie, a la defensiva-, no es una pregunta tonta. Es decir, no creo que pintar nos sirva si estamos en una situación de ries…
― ¿De veras no se dan cuenta? -inquirió Silvia, con un tono muy serio.
Los demás guardaron silencio hasta que Silvia volvió a tomar la palabra.
― El bisabuelo de Egbert es alemán, y por lo que sabemos vivió en Alemania durante mucho tiempo, pues sus hijos aún están ahí -dijo, como si se tratase de una explicación que resolviera todas las dudas posibles.
― ¿Y eso qué tiene de malo? -preguntó David.
― Que por eso podemos asumir que estudió en Alemania, y, por ende, muy probablemente haya cursado en Durmstrang.
― Así es -dijo Charlie-. Aún así, no le veo lo malo.
― Ya sabes lo que dicen -continuó Silvia-, para ellos, la mejor defensiva es una buena ofensiva. Durmstrang siempre se caracterizó por mostrar una gran afición hacia la magia negra; allí fue donde estudió Grindel…
Silvia calló al instante, sabiendo que había metido la pata hasta el fondo. Sin embargo David pareció no inmutarse por el comentario, sino que dijo:
― No tengo ningún problema en que lo nombren frente a mí. De todas formas no lo considero pariente mío.
― Perdón, David -se disculpó Silvia-. Bien, allí, en ese colegio, es donde Grindelwald aprendió mucho de lo que utilizó más tarde. Si el bisabuelo de Egbert estudió también en Durmstrang, es muy probable que sea muy diestro en el manejo de las artes oscuras.
― De todas formas -comenzó Frederic-, no tenemos ninguna prueba de que el bisabuelo de Egbert haya asistido a Durmstrang.
― Sin embargo, es muy probable -replicó Silvia-. ¿Recuerdan lo que discutimos en el tren? Frank dijo que quizá el bisabuelo de Egbert haya querido alejarse de la magia, y tú, Frederic, dijiste que nadie en su sano juicio dejaría sus poderes mágicos de lado.
― Lo recuerdo -coincidió Frederic.
― Pero, ¿y si el motivo es mucho más fuerte que lo que Mauer quería? Él vivió durante la época en que Grindelwald llegó a la cumbre del poder y es muy probable, aunque les parezca exagerado, que lo haya apoyado. Escuché que muchos magos y brujas alemanes apoyaban la causa de Grindelwald porque era muy hábil en el arte de convencer a las personas.
― No lo creo -la atajó David-. Conocemos a Egbert. Es cierto, no hace mucho que empezamos a hablar con él, pero todos coincidimos en que es una buena persona.
― Eso no tiene nada que ver, David. Sin ir más lejos, tu bisabuelo es responsable…
― Mi presunto bisabuelo -la corrigió David.
― Está bien, tu presunto bisabuelo es responsable de muchas catástrofes y matanzas. Sin embargo tú no eres parecido a él en absoluto.
“ El punto es que, como decía, muchos magos lo apoyaron. Pero cuando Grindelwald cayó, la mayoría de ellos fue enviado a prisión junto con él. Aún así, algunos lograron escapar, ocultándose en distintos puntos del mundo, y se cree que Inglaterra era una opción bastante suculenta para los prófugos de la justicia alemana, pues la relación entre los magos de ambos países no era la mejor en aquel momento.
― En resumen, lo que quieres decir es que ese tal Adelbert Mauer estuvo del lado de Grindelwald, pero cuando cayó se refugió aquí en Inglaterra -dijo Frederic.
― Eso es lo que pienso que puede haber pasado -dijo Silvia-. Si alguien tiene una teoría más probable, que no dude en hablar.
A David se le cruzaron muchas posibilidades por la cabeza, pero ninguna era tan lógica como la de Silvia. Y es que, en efecto, la hipótesis que increíblemente había elaborado una niña que apenas cursaba el segundo año tenía muchas posibilidades de ser cierta, pues tenía mucho sentido.
― Recuerdo que Egbert dijo que sus padres sostienen que Adelbert era muy bueno con la varita -dijo David.
― Así es -admitió Silvia-. Un mago hábil tenía muchas más posibilidades de escapar.
― Pero, ¿no es ilógico que, después de haber estado escondido durante tanto tiempo, se arriesgue a dar clases?
― Hogwarts necesitaba urgentemente un reemplazante para el profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras -argumentó Silvia-, así que podemos imaginar que la oferta económica debía de ser bastante suculenta. Si en verdad Adelbert Mauer estuvo escondido y prófugo durante algún tiempo, dudo que haya tenido un buen ingreso.
― De todas formas, ¿arriesgarse a que lo capturen?
― No lo creo. Los más allegados a Grindelwald no firmaban con su nombre, si entiendes lo que quiero decir. Los que fueron capturados fueron los peones, por llamarlos de alguna forma. Además, Grindelwald murió hace más de veinticinco años.
― Esperen un momento -dijo Frederic-. ¿Ahora no les toca Defensa Contra las Artes Oscuras?
― Así es -confirmó Silvia.
― Entonces no es necesario que intenten descifrarlo; pueden preguntarlo.
― ¿Crees que diría la verdad?
― No -se sinceró Frederic.
― Escuchen -empezó Silvia-, hay que tener mucho cuidado al hablar de este tema; no queremos herir a Egbert. Además, si lo que digo es verdad, y créanme que quiero equivocarme, nuestro pobre amigo no tiene nada que ver. Sean precavidos cuando conversen sobre esto.

Un rejunte de alumnos ingresó al castillo, indicando que la hora libre había terminado, por lo que David, Silvia, Charlie y Frederic se incorporaron. Frank se había retirado unos instantes antes que Egbert, perdiéndose así el interesante debate.
Una vez estuvieron recorriendo nuevamente los pasillos de Hogwarts, David se dio cuenta de que no veía la hora de conocer a su nuevo maestro. Odiaba el parentesco que parecía tener con uno de los magos más tenebrosos de la historia, pero, ahora que lo pensaba, sabía poco y nada sobre él. Tener contacto con una persona que posiblemente haya estado de su lado debía de ser algo bastante interesante. Imaginó, también, y dejando de lado toda humildad, que si en verdad su nuevo profesor había sido partidario de Grindelwald, estaría ansioso por conocerlo a él, su biznieto.
― ¿Cómo crees que sea nuestro nuevo profesor en Defensa Contra las Artes Oscuras? -preguntó Frank, que alcanzó a David cuando estaban por ingresar al aula.
― Dicen que tiene experiencia -contestó, recordando la conversación que acababa de tener con sus amigos.
Y qué paradójico que esa haya sido su última palabra, porque cuando cruzó la vieja puerta de madera se sorprendió al ver que quien lo miraba fijamente desde detrás del escritorio era aquel anciano que alguna vez le hubiera preguntado la hora en un agradable parque de la ciudad de Londres.
― Bienvenidos a la clase, mi nombre es Adelbert Mauer, y soy su nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras -dijo Experiencia, al tiempo que surcaba el aula para cerrar la puerta que Charlie había olvidado abierta.

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26 Responses to “Capítulo 8: El reemplazo”

  1. horrocrux 7 Says:

    ¡¡¡Primero!!!

    Bueno lo voy a leer.

  2. Sapey Says:

    muy buen capítulo
    sabía q sería Experiencia, pero sin embargo me quedé sorprendido

  3. horrocrux 7 Says:

    Muy bueno el final.

  4. Candelia Says:

    LO SABÍA!! Sabía que Experiencia sería el bisabuelo de Egbert!!
    Me gustó mucho el capi, espero que los duelos de esta parte del fic sean tan buenos como aquel que hiciste en «El Anuncio del Mago» estoy deseando ver a David en acción!

    Atte
    Candelia

  5. vane Says:

    esta muy bueno este capitulo jeje pero no entiendo eso de esxperiencia me lo podrian explicar???.bueno estoy ansiosa por esperar el proximo capitulo jeje¡

  6. Durward Says:

    Vane: hace referencia al anciano del primer capítulo.

  7. Mary S. Says:

    Sabia que iba a ser Experiencia!!! Lo que me intriga saber es el por que de lo que dijiste al final del capitulo anterior sobre su nuevo profesor, algo de que se verian muy afectados o algo asi por su historia… Ya quiero leer el proximo capitulo!!!

    Saludos!!!

  8. Durward Says:

    Mary S:

    La historia de Adelbert (voy a llamarlo así desde ahora en la mayoría de los casos) es muy, digamos, peculiar.

  9. Nilo Says:

    OMG… Quiero ver a david en los duelos!!y como enseñara experiencia!

  10. Virginia Says:

    Me encanta el cap.!!! Sube el otro pronto, porfa, estoy ansiosa!!!
    Y por cierto, ¿podrías nombrar a una chica morana y pecoda en el fic? Me gustaría mucho, aunque no importa el nombre; solo como un pequeño… eh… favor o regalo sería la palabra? Y como supongo que vas a tener que inventar muchos personajes para lo del club de duelo…

    P.D: Si lo haces, crees que el nombre pueda ser con «V»?

  11. Martín L. Says:

    Genial. Espero que pronto conozcamos las aventuras o desventuras de Adalbert en tiempos de Grindelwald.
    Saludos

  12. ARCTURUS Says:

    yo y un amigo hemos publicado el primer y segundo capitulo de altered destinies(el mejor fic que he leido)
    y empezaremos a traducir 2 capitulos por semana. aqui esta el enlace

    http://destinosalterados.wordpress.com/

    por cierto muy bueno el cap, ojala que este señor le de una buena imagen al bisabuelo de david, no como todos que blablabla…era un asesino…bla…mago oscuro… un maldito, etc

  13. Martyginny Says:

    WOWOWOWOWOWOWOWOWOWOW. sin palabras

  14. Luis Godric Says:

    i know that!!!!
    sabia al principio del cap
    que seria experiencia….
    bueno bueno….. entonces
    experiencia pudo ser
    partidario de grindelwald :P

  15. Marcelo Says:

    Yo sabia!! No se de que bando está, Experiencia me tiene muy confundido.

    ¡¡TE ALCANZÉ!! Lo malo es que ahora voy a tener que esperar para leer otro capítulo.

  16. Martyginny Says:

    Ke alguien lea mi batalla, en el menu de batallas, la ke pone ke es mia osea d martyginny….
    disculpen, les trate d tntos <(
    DEJEN COMENTARIOS!!!!!!!!

  17. Marcia Says:

    wuau ¡¡ sabia que era experiencia Pero aun asi me kede sin palabras al leerlo nose porke xD

    y pss este experiencia si que conocio a grindelwald Pero ke kerra con david ? o.o

    de hecho que acepto el puesto de hogwarts para conocer a David o .. por otra cosa? u.u

    dudadd¡¡ T.T
    buen cap sigue escribiendo


  18. No te habia comentado, pero lei los caps hace tiempos!! Muy bno este… Esta muy interesante este tipo… Otro Mauer…

  19. Martyginny Says:

    Conejo werw are you?

  20. lilly potter Says:

    hola!! :D
    me sorprendio Silvia con lo q dijo y estoy de acuerdo con David: «la hipótesis que increíblemente había elaborado una niña que apenas cursaba el segundo año tenía muchas posibilidades de ser cierta, pues tenía mucho sentido.»
    me encanto tu capitulo, muy bueno como siempre!! :-)
    = estoy ansiosa de leer el primer duelo del colegio… y me dejaste impresionada, yo sinceramente no crei q «experiencia» fuera el bisabuelo de Egbert esto se pone cada vez mas interesante.
    hasta el proximo capitulo!! :lol:
    besos!!:smile:

  21. karOo black... Says:

    ajajjaaá!
    sii lo sabia que bien qe es experiencia!
    ya mero llegoo!
    solo faltan 2 caps mas..sii
    te alcanzaree
    te alcanzaree =D

  22. karla Says:

    lo sabia… lo sabia… lo sabia!!
    jajjaa…
    io me sigo, kiero acabar antes de la hora de comer…XD

  23. Lilyluna* Says:

    estaba segura de que era Experienciaa!!!!!
    creo que rea o un partidiario suyo o un espia ya que recordaba su forma de caminarr

    muy buen capitulo

    lilyluna

  24. Luccasc Says:

    me di cuenta recien cuando davis dijo: -se ve que tiene EXPERIENSIA

  25. Victoire Weasley Says:

    Jaja, Tenía razon, ese Experiencia es el bisbuelo de Egbert!!!!, muy buen capitulo!!!!!

  26. CINTHYA Says:

    para mi que Egbert no estudio ahi porque o sino el no hubiera dicho que hogwarts es tan bueno no


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