Les nervios de David se tensaron al máximo, y su respiración comenzó a ser entrecortada. ¿Cómo iba a salir de esa situación? No se creía capaz de esquivar a Adelbert negando algo que su profesor ya había confirmado; porque, si había formulado la pregunta tan firmemente, era porque Adelbert sabía con exactitud que David había metido mano donde no debería haberlo hecho.

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La gran mayoría de los alumnos de Gryffindor interesados en formar parte del equipo de Quidditch de ese año se encontraba sobre la superficie del campo de juego, esperando su turno. Al parecer las audiciones acababan de comenzar, pues apenas unos pocos estudiantes se habían retirado hacia un costado, con cara de desilusión. El resto de los presentes, aquellos que habían ido a presenciar la selección del equipo, se encontraban cómodamente ubicados en las gradas, desde donde podían disfrutar de un completo panorama de lo que sucedía.

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Hola lectores,

En este momento no estoy en mi casa, y, la verdad, me olvidé de programar la publicación del capítulo… por lo que lo publicaré el sábado, cuando llegue a casa.

 

Mis disculpas por retrasarme otra vez, ¡Saludos!

― ¿Cómo que quiso matarlo? -preguntó Silvia, atónita-. ¿Por qué motivo?
Frank y Charlie sostenían a David por los brazos, pues éste no parecía dispuesto a sostenerse en pie por voluntad propia. Pasaron unos segundos antes de que pudiera recuperar la compostura. Puso una mano en su pecho y, con su respiración agitada como decoración, se dispuso a hablar.

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David permaneció así, mirando el sickle falso, durante, por lo menos, un minuto. Ignoraba totalmente la escena que estaba siendo protagonizada por su profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras y la reportera más insoportable que la comunidad mágica haya tenido el desagrado de conocer. La palabra “Mentiroso” se iba desvaneciendo poco a poco de la superficie de aquella moneda que hacía las veces de detector de mentiras, pero David no podía evitar que ese conjunto de sílabas se mantuviera latente en su memoria. Algo estaba claro: Adelbert acababa de mentir. No importaba cuánto David hubiera odiado en el pasado a Rita Skeeter; ahora no podía hacer otra cosa que estarle agradecido, pues acababa de hacer que Adelbert se enojara tanto que todo intento por ocultar su mente había sido, seguramente, anulado. Y es que el enojo se notaba en el semblante del profesor, que parecía estar a punto de estallar.
― ¡Le ordeno que se retire de mi clase! -bramó Adelbert, al tiempo que la puerta del salón se abría con brusquedad.
La directora McGonagall acababa de entrar airosamente al aula, exasperada.
― ¡¿Qué diablos es ese grite…!? ¡Usted! -gritó, señalando con la temblorosa mano a la periodista de El Profeta.

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El feliz regreso

13 May, 2008

Ya está. Ya pasó. Por suerte, los problemitas que se presentaron ya pude resolverlos (o por lo menos minimizarlos).

Estoy de vuelta, y pienso seguir con la historia. ¿Cuándo publicaré el próximo capítulo? No tengo idea. No creo que sea este jueves, porque no voy a tener casi tiempo. Pero lo bueno y lo importante es que la historia va a ser continuada.

Gracias a todos aquellos que comprendieron la situación. Espero poder compensarlos.

¡Saludos!

Problemas

1 May, 2008

Lo veía venir desde hace un par de semanas, pero lo confirmé el martes. Tengo un problema que poco tiene que ver con internet (y que prefiero no contarlo) que me está, primero, quitando el tiempo de escribir; y, segundo, quitando la inspiración, que es lo peor.

Por eso, voy a suspender la publicación de capítulos por algún tiempo, hasta que esto se pase.

Ojo: no me estoy tirando atrás o dando un paso al costado. Tengo pensado seguir la historia. Sólo que no sé cuándo.

Perdonen si comentan y no respondo, porque no creo que pueda entrar mucho al blog.

Saludos, abrazos, disculpas, y gracias por leer.

Si alguno es lector de BlogHogwarts, posiblemente sabrá que en este mismo momento se está llevando a cabo un concurso de «batallas estilo libre», en el cual cualquier usuario puede enviar su propia historia narrando una batalla entre magos.
Horrocrux7 tuvo la genial idea de hacer una batalla en la que los protagonistas principales sean el, valga la redundancia, protagonista de mi fanfic, y el protagonista del fanfic de Martín (Cepión), Harry Potter y el Hacedor de Reyes. Me gustó como fusionó en un solo texto algunos detalles que tiene cada historia.

Aquí se las dejo:

—–

Harry veía con tristeza desde lejos la pelea, sabía que estaba demasiado dispareja, también sabía que tenía que intervenir que lo necesitaban, sin embargo también sabía que si intervenía tendría que enfrentar su peor miedo, enfrentarse a su segundo hijo Albus Severus Potter, pensar en eso lo ponía tan triste que su intervención se retrazo durante unos minutos (todo esto lo estaba viendo desde la ventana ubicada en la oficina del director mientras el retrato de Dumbledore lo veía fijamente con un aire triste). Por fin el retrato del anciano director habló:

-Harry -hizo una pausa en lo que su pasado aprendiz le dirigía la mirada- Harry, no sabes la tristeza que me da verte en esta situación -hizo otra pausa para analizar la reacción de Harry- me gustaría estar ahí para ayudarte, desgraciadamente no puedo, solo te puedo aconsejar con mis sabías pero no por eso aceradas palabras de un anciano que vivío mucho tiempo-.

Harry lo seguía viendo con tristeza, le tenía un gran respeto a ese señor, lo estimaba mucho, por fin se decidió a hablar:

-¿Que es lo que tengo que hacer? -pregunto con un hilo de voz.

-Me temo mi querido muchacho que lo más acertado sería que intervinieras, del lado de los nuestros, claro esta-.

-Pero no puedo Dumbledore, ¿Con que cara atacare a mi hijo? Simplemente no puedo-.

-Me temo que lo tienes que hacer y presiento que tu lo sabes-.

-Si lo se Dumbledore, no se como se pudo convertir en esto, antes de llegar a Hogwarts parecía tan bueno, tan inocente, no se con que cara lo voy a mirar al atacarlo-.

Harry solo una lágrima.

-Eres fuerte Harry, muy fuerte, y tienes que demostrarlo en estas situaciones -el tono de Dumbledore fue más directo.

-Dumbledore, ¿y si no puedo? Y si no soy lo suficientemente poderoso, no puedo decir que mi nivel mágico no se a elevado desde que derrote a Lord Voldemort he mejorado muchísimo soy un mago cualificado, pero, cielos Albus se ha vuelto muy poderoso, diría que ni Voldemort ni tu se le podrían comparae-.

-Harry, escúchame bien, fue un gran error tuyo mostrarle a Albus el escondite de la varita, pero te comprendo -añadió al ver un arrepentido rostro en el ya no tan joven mago, a Dumbledore le pareció ver en el aquel débil joven que era a los dieciséis años, era hábil por supuesto, pero hasta ahí su poder era limitado, sin embargo no podía negar que se había convertido en un mago muy poderoso, muy muy poderoso.

-Muchacho debes ir -concluyo Dumbledore.

-Lo se, mejor ya no me demoro mas, me temo decir que probablemente este es el adios mi querido amigo Albus-.

-Harry no hables así -la tristeza invadió el rostro del anciano.

-De todos modos te agradezco todo lo que haz echo por mi Albus, desde dejarme con los Dursley hasta tus últimos sabios consejo sin los cuales no se que habría echo en contadas ocasiones, adios amigo-.

-Adios Harry -y dicho eso Dumbledore vio salir a aquel Harry adulto por la puerta en espiral.

CAMBIO DE ESCENA

Harry empezó a caminar por los terrenos de Hogwarts, había decidido dar todo, matar al enemigo sacrificándose si es necesario, se encontró a varios viejo mortífagos que se unieron a la causa de Albus, mato a unos cuantos con un Implosión, mientras que se encargo de otros con maldiciones asesinas, había dejado de fuera todo remordimiento al matar a sangre fría, la tarea de matar con los que se cruzaron en su camino fue fácil pues le esperaba algo mucho pero y el lo sabía, le dolía más ver las batallas que se estaban llevando a cabo, era triste ver luchar profesores contra alumnos, algo que lo entristeció especialmente fue ver a Rose y Hugo Weasley luchando contra Hermionie y Ron Weasley, era una triste escena, los cuatro duelistas tiraban a matar, estaban fuera de control, y lejos de ahí encontró a su objetivo, aunque no lo encontró como le hubiera gustado pues al llegar a donde peleaba su segundo hijo, lo primero que vio fue a Albus lanzar un hechizo que acababa con la vida de su primogénito, al ver aquella escena algo se lo rompió adentro, su hijo acababa de matar a su otro hijo, y la ira se apodero de el, aquella escena era demasiado fuerte como para soportarla.

-¡Desmaius! -fue el primer hechizo que le llego a la mente, este hechizo le llego por sorpresa a Albus pero para su suerte paso a un lado suyo.

Albus se volteo para encontrarse con su padre.

-Padre que sorpresa-.

-Hijo no puedo creer que hayas echo todos esto, perdóname pero lo tengo que hacer ¡Avada Kedavra! -Albus lo desvió.

-Vaya padre no nos precipitemos, la cosa es calmada-.

-No te burles de mi ¡Sectumsempra! -el hechizo le dio en el brazo a Albus, el cual empezó a sangrar, causa de la ira de Albus.

-Padre eres hombre muerto ¡Avada Kedavra! ¡Incendio! ¡Explosión! -ninguno de los hechizos le dio a Harry, pero fue por un pelo.

Ambos magos empezaron a lanzarse hechizos, Harry empezaba a tomar una clara ventaja cuando a sus espaldas oyó un grito de terror, y al darse vuelto vio a Livius Black y Scorpius Malfoy atacar a su hija, se dio media vuelta listo para defenderla cuando:

-¡Avada Kedavra! -a Harry le dio el tiempo suficiente para ver la maldición asesina acercarse hasta que le dio de lleno en la cara, Harry James Potter Evans cayo inerte en el césped, murió en el primer lugar que amo de verdad.

David Harrison venía corriendo en su ayuda, pero se quedo paralizado al ver la cobarde forma en que había sido asesinado su tutor mágico, tras la impresión no le dio tiempo de reaccionar y ayudar a la pobre Lily que era asesinada en ese momento por Scorpius Malfoy.

-¡¡¡YA BASTA, YA BASTA!!! Ya estoy harto este es el fin prepárate porque no tendré piedad en luchar contra ti -esta vez la furia llevo a David a un nuevo nivel, parecía estar fuera de control pero en el fondo sabía lo que hacía.

Albus estaba de pie con la varita en alto, y en frente tenía a David Harrison (este David Harrison esta recién graduado de Hogwarts), los dos se estaban mirando fijamente, la cara de David mostraba tristeza y odio a la vez, mientras que la de Albus mostraba una intimidante tranquilidad y frialdad que lo ponía los pelos de punta a David, pero su odio y sed de venganza lo hacia mantenerse ahí, de pie, enfrentando a Albus, aún siendo el un mago inexperimentado recién graduado de Hogwarts enfrentando a un mago de experiencia con el afán de convertirse en el 3° mago oscuro, ambos estaban en los jardines de Hogwarts, a la altura de la cabaña de Hagrid, la cual había quedado totalmente destrozada después de la batalla que se había llevado a cabo aquella noche. A David se le dificultaba creer que tan solo 11 horas antes se estaba graduando con honores de Hogwarts, para que todo terminara en una desastrosa épica batalla que acabo con la vida de todos sus amigos y la gente a la que conocía, Harry, el profesor Neville, Charlie, Silvia, su maestro Experiencia, Egbert, Frank, Frederic, hasta sus padres y su hermano (Su familia estaba presente en la ceremonia de graduación, por lo tanto vivieron la batalla en la cual al no poder hacer nada fueron asesinados), todos, todos estaban muertos, y el culpable de todo lo tenía enfrente, era el él causante de la muerte de su familia, profesores y amigos, el Albus Severus Potter, con el cual compartío mas de un verano, había tenido pocas pláticas con, y nunca pensó que fuera a hacer algo así, quien hubiera imaginado que detrás de esa infinita tranquilidad, detrás de esa mirada de infinita indiferencia, hubiera algo tan perverso, alguien con planes muy grandes, demasiado grandes para poder ser controlados por un grupo de magos jóvenes. Los dos estaban listos para atacar, sin embargo Albus dijo algo que sorprendió a David:

-No te quiero matar -le decía con confianza, con el conocimiento de que es mucho más experimentado que el y que lo mas probable es que el ganará aquel inminente duelo que esta a punto de llevarse a cabo- únete a mi, yo también he tenido perdidas, he hecho las cosas mal, déjame corregirlas, por favor-.

David pudo ver aquel joven bueno que solo quería lo mejor para su familia, pero eso no fue suficiente para sensibilizarlo y que cambie de parecer de acuerdo a lo que acababa de pasar en ese momento.

-Lo siento pero no puedo -fue la respuesta de David- me gustaría, pero hace mucho que cruzaste el punto sin retorno, hace 11 horas exactamente, haz matado a tanta gente -dijo con cara de asco- haz acabado con todos mis amigos, con mis profesores y con mi familia, después de hacer eso no puedo perdonarte, aunque quisiera -añadió con un semblante triste después de verse forzado a recordar las perdidas que acababa de sufrir.

-David no seas tonto, sabes que no puedes hacer nada contra mi -dijo Albus en un intento vano de convencer a David- se que he cometido errores, no volveré a cometerlos, imagínate lo que podríamos hacer juntos, hasta donde llegaríamos, somos capaces de hacer cosas que ni tu bisabuelo ni Dumbledore hubieran sido capaces de imaginar ni en sus más locos sueños -dijo convencido de ser capaz de convencer a David, pero al ver que no había cambiado en los mas mínimo el semblante de David añadió- tenemos el poder David, no lo desperdiciemos-.

-Ni hablar, jamás te perdonaré, simplemente no puedo, vengaré la muerte de mis seres queridos, todavía no puedo creer que hayas matado a tu propio padre, y lo peor no lo mataste en un duelo justo, si no de la manera más cobarde con la que se puede atacar a una persona, me das asco -David habló sin una pizca de lástima hacia el aparente destrozado hombre.

-David, la muerte de mi padre era necesaria -dijo Albus con desprecio- el interfirió en cada uno de mis planes, era necesario -repitió- a parte yo también he tenido perdidas, recuerda, ¿que no cuentan Scor ni Livius ni Rose ni nadie más?

-No te atrevas a mencionar que Rose te apoyaba -exclamó un ya furioso David- ella intento convencerte, te quiso hacer entrar en razón sin embargo tu no le hiciste caso, no solo no le hiciste caso si no que la obligaste por medio del chantaje a que siguiera tus ideales -David estaba cada vez más enojado, estaba a punto de atacar, Albus no debió haber pasado eso por alto porque cambio su semblante completamente, si David llegó a ver a un Albus destrozado y arrepentido se le olvido inmediatamente.

-David, David, David esta es mi última oferta -aclaró una Albus con ira bastante bien disimulada- si es que no quieres acabar como tu despreciable familia muggle y mi pobre e iluso padre, claro esta- añadió.

-¡Ya estoy harto!, no simplemente te encargas de matar a todos los seres que me rodean si no que en vez de estar arrepentido te mofas de mi -si David había logrado mantener la calma el mayor tiempo posible ahora ya no pudo- ¡¡Este es tu fin, ALBUS SEVERUS POTTER!! -fue lo último que dijo David antes de lanzar su primera maldición- ¡Expelliarmus!

Albus desvió el hechizo con un perezoso movimiento de varita:

-¡¿Es eso todo lo que tienes David?! -se burló Albus- si quieres ganarme necesitarás un poco de esto- ¡Sectumsempra!

La maldición no le dio a David por los pelos, rozándole la oreja fue a dar a un árbol que estaba detrás de David el cual se convirtió en 4 granes pedazos de leña.

-¿Qué te pareció aquella maldición David? Mejor ¿No? -David se había quedado paralizado al notar que el pudo haber sufrido el futuro de aquel pobre árbol.

Pero David no le respondió, prefirió seguir atacando.

-¡Desmaius! ¡Impedimenta! ¡Incárcero! -David empezó a lanar maldiciones al azar sin darle a su objetivo en ninguna ocasión, el cual esquivaba sus hechizos con una facilidad digna de un Potter.

-¿Es eso todo lo que tienes David? Jejeje, ¿qué no haz aprendido que con eso no me puedes ganar? -Albus estaba jugando con David la diferencia de poderes era devastadora.

-¡Tu padre derrotó a Lord Voldemort con un simple Expelliarmus y todo por subestimar un hechizo débil pero muy útil! -entonó David a voz de cuello.

-Ja, no paras de mencionar a mi padre, ¿era tu héroe cierto? Pues lamento decirte que ti queridísimo héroe fue derrotado por nada mas y nadie menos que yo, jajajaja- parecía que Albus se estaba divirtiendo en serio. A diferencia de los otros dos magos oscuros Grindelwald y Voldemort el tenía una enorme tranquilidad al estar en duelo, una mezcla entre confianza y no tener miedo a ser derrotado.

-¡¡¡YA BASTA, YA BASTA!!! Ya estoy arto este es el fin prepárate porque no tendré piedad en luchar contra ti -esta vez la furia llevo a Albus a un nuevo nivel, parecía estar fuera de control pero en el fondo sabía lo que hacía.

Y en ese momento David ataco a Albus con un hechizo rojo. Entonces Albus respondió en serio al fin, no esquivó el potente hechizo con un lánguido movimiento de varita ni con un Protego si no respondió con otro hechizo, un hechizo que al tenerlo enfrente se te ponen lo pelos de punta y se te eriza la espalda; ese hechizo era el Avada Kedabra.

Los dos hechizo chocaron en el aire, el verde era mas potente en un principio pero luego luego se pusieron parejos, ambos magos estaban luchando con todo su poder, después de unos 2 minutos de no tener un ganador definido el hechizo de David empezó a perder fuerza lo cual hizo que en el rostro de Albus apareciera una siniestra sonrisa, David reparo en el detalle y gritó con todas sus fuerzas, sacando toda la magia que corría por sus venas, entonces el hechizo de David empezó a tomar ventaje, Albus nervioso en que el hechizo no verbal lo fuera a alcanzar decidió separar las dos maldiciones, con un movimiento de varita logro su objetivo y el control regreso a el:

-¡David prepárate para recibir el ataque del FriendFier -acto seguido de l apunta de la varita de Albus Severus salió una enorme serpiente de aparente fuego interminable la cual espero serena a lado de la persona que la acababa de convocar -¿Qué te parece David? Haber como luchas contra eso. ¡Ataca! -la serpiente ataco y David no supo que hacer y en el momento menos inesperado pero mas oportuno la varita de David giró en dirección a la serpiente haciendo que aquella pareciera ahogarse y se lanzó contra Albus, Albus impresionado por la reacción de la varita de David desase su propio hechizo y el escenario de duelo volvío a la calma, los dos magos se quedaron viendo, ambos pensando en los mismo, ¿Cómo era posible que eso haya pasado? ¿Cómo fue que la varita de corazón de unicornio decidió actuar por si misma.

-¡Así que crees que eso te salvará eh! ¿Crees que con una varita que te ayuda vas a ganar? ¡Pues estás equivocado! ¡Toma esto! -y ambos magos empezaron a lanzar hechizo a diestra y siniestra, el duelo se había emparejado bastante, Albus ya no esquivaba con tanta facilidad los hechizos de David mientras que David empezaba a mejor su agilidad y su hechizo Protego era cada vez mas poderoso.

-¡Desmaius! -gritaba Albus mientras que David decía:

-¡Potego! -y el hechizo salía despedido hacia el vacío, así estuvieron por un buen rato hasta que:

-¡Expelliarmus! -David quedó desarmado e impresionado por la velocidad en que fue lanzado el hechizo desarmador, Albus contento consigo mismo sonrió- vaya David tenías razón, el Expelliarmus suele ser un hechizo muy útil en ciertas circunstancias, tan tenías razón que me ah servido contra ti, este es tu fin -Albus se preparba para lanzar su hechizo mientras David caía en la cuenta de que estaba perdido y su única salida era esquivar los ataques el mayor tiempo posible y esperar a que suceda un milagro- ¡Avada Kedabra! -David se quedó paralizado al ver que la maldición asesina corría amenazadoramente hacia el y supo que la única manera era saltar hacia un lado y esperar lo mejor, saltó rápidamente y por una fracción de segundo esquivo la maldición que fue a parar hacia el bosque prohibido, David se estremeció al pensar que el curso de aquella maldición asesina podía ir a para en un animal que habitara el bosque, quizá un unicornio, en el preciso momento en que pensó en el unicornio su varita brilló levemente.

-¡Crucio! -gritaba Albus furioso al notar que David había esquivado su maldición, y en ese momento tras esquivar la maldición torturadora, que fue a dar a una gran roca que acabo echa mil pedazos, la varita de corazón de unicornio volvía a actuar sola, para el asombro de Albus y David la varita empezó a brillar, se elevó como un metro y medio y cuando llego a la altura de la varita de Albus salió un hechizo dorado muy potente que fue a investir a Albus el cual perdió inmediatamente la varita. David impresionado pero agradecido fue a recoger su varita y acto seguido la de Albus, una vez teniendo las dos varitas en su poder dijo:

-Vaya, vaya Albus quien diría que una simple varita como la mía podría acabar con la gran varita de Saúco, la varita de la muerte, la varita más poderosa, va en contra de mis principios y de mis emociones asesinar, pero me temo que eres un peligro y sería un error fatal cometer la estupidez de dejarte con vida, salúdame a todos -y dicho eso David utilizo por primera y última vez aquella maldición- ¡¡¡AVADA KEDABRA!! -maldición dio de lleno en el pecho de Albus convirtiendo su cara de espanto en una horripilante mueca, que más que de dolor era de pánico…

Lo que David no sabía es que ahora era propietario de las dos varitas más poderosas jamás echas por algún mago.

Triste por lo que paso esa noche camino hacia el castillo, en dirección a la destrozada oficina del director, quería hablar con Albus Dumbledore, necesitaba respuestas… ¡Y a cualquiera lo ánima platicar con alguien más en un momento así!

Y así fue como David se enfrento tristemente pero con aire triunfante a su solitario futuro.

Capítulo 10: Mentiroso

24 abril, 2008

Aquel jueves amaneció con un pequeño pero consistente diluvio que caía sobre los terrenos de Hogwarts. Como era costumbre cuando ese clima se hacía presente, ninguno de los gigantes tentáculos del calamar que habitaba en el lago emergió ese día, y en los bordes del bosque no se pudo divisar ninguna criatura que no apreciase la lluvia.

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Retraso

21 abril, 2008

Publico esto para informar que estoy atrasado con el tema de los capítulos… no sé si pueda publicar el siguiente hoy, o siquiera mañana.

Espero que me disculpen, y lo tomen como una «compensación negativa» debido a que entre la publicación del capítulo 6 y el 7 hubo un lapso de apenas tres días.

¡Saludos y disculpas!